El origen de la cultura asiria, se atribuye a la evolución de los antiguos sumerios y la influencia de los pueblos semitas invasores, como los acadios, que fueron integrándose en las poblaciones hasta conformar la cultura conocida como asiria.
Entre los siglos XI y VII a.C. se desarrolla la civilización; y el periodo más característico es la etapa neoasirio, época en la que se produce el mayor desarrollo artístico.
El arte más desarrollado en la cultura asiria es la escultura. Una escultura desarrollada en el interior de los palacios, donde destacan especialmente los relieves; hechos en piedra, mármol o alabastro.
Estos relieves estaban cromados y se esculpían con una finalidad propagandística y con temáticas profanas, es decir no tienen influencia religiosa en el arte asirio; representan generalmente victorias militares, escenas de animales, escenas cotidianas, etc.
Uno de los bajo relieves que más destaca es el de los leones moribundos, encontrado en el Palacio de Nínive. Datado entorno al 668 a.C., bajo el reinado de Assurbanipal; formaba parte de una escena mayor
Este relieve originalmente estaba pintado con colores, y el diseño que presentaba era el de una escena que tenía inicio, nudo y desenlace, por todo el muro.
Estaba tallado en alabastro por artesanos con herramientas de hierro y cobre; y los restos arqueológicos demuestran que estaban protegidos con barniz y pintura, ya que la lluvia erosiona fácilmente la piedra.
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